CRÓNICAS DE LA NOCHE

Siempre suelo juzgar a las personas que son pesimistas y miedosas, tal vez la misma sociedad nos sugestiona o condiciona a ser tan pasivos ante los problemas, es decir si no me perjudica entonces no me incolucro, aunque hay veces que buscamos la sin razon para hacer problemas.

Pues bien, la gente que me conoce ve en mí una mujer aparentemente pasiva, tímida y tranquila; la verdad es que cuando estoy cerca del peligro no temo o trato de no demostrar temor y me convierto en toda una guerrera por así decirlo.

Desde muy niña demostre esa actitud "de valiente" según yo. El trabajo que tenía mi madre que era vender comida en su restaurante(ubicada en la Av Vallejo) durante toda la noche, formó en mí ese caracter.

TODO POR UN HUEVO

tenía 9 años y por juego, todos los días sancochaba un huevo y le daba al maestro pollero llamado Alejandro y éste lo llevaba como fiambre. Él tenía por costumbre salir del trabajo a las 11pm y a paso extremadamente ligero transitaba por toda la Av. Vallejo hasta la Av. España donde tomaba el colectivo para ir al distrito La Esperanza. Entonces una de esas noches él se me adelanto y no llevó el huevo sancochado y yo por capricho y sin escuchar a mi madre cogí el huevo y corrí a darselo, sin embargo él había avanzado demasiado, lo pude divisar por el cine Sagitario, lo alcamcé y le dí el huevo.

_Mamita que haces acá, anda a tu casa_me dijo sorprendido

_Tome, y otra vez no se vaya sin su huevo sancochado. Le sonreí y me despedí de Don Alejo.

Ya satisfecha, regresé a paso lento, alegre, feliz sin darme cuenta que un drogadicto se había percatado de mi presencia y me esperaba para hacerme daño. Cogió mi mano y me jaló...

_suéltemeee...¡auxilio!, ¡ayudenme!

_¡cállate csm! *%&" que tengo un cuchillo

Los taxistas que transitaban por esa zona veían los forcejeos, y a pesar de ello ninguno se detenía a defenderme...ninguno

Nunca deje de luchar, sin embargo hubo un momento en que me resigné a perder porque pensé que no tenía escapatoria. De tantos intentos fallidos por defenderme acerté en uno, logré patear al drogadicto justamente en su parte débil (testículos) que le hizo arrodillarse del dolor. Ni corta ni perezosa corrí desesperadamente al restaurante, nunca en mi vida había corrido tanto como esa vez, ni en una competencia de atletismo, llegué cansada y sudorosa, pero no por haber corrido, sino por el pánico que había experimentado. Reflexione y di gracias a Dios, porque sentí que él me ayudó al dar esa patada certera.

A MI MADRE NO LA TOCAN

Tenía 12 años y me encontraba ayudando a mi madre en el restaurant. Ella estaba cansada pues no había dormido bien en el día como para trasnochar y como no había mucha gente le dije:

_Mami vaya a dormir yo me quedo

_No hijita te quedas solita, puede venir gente

Ay mami no me voy a quedar sola, está walter y si viene gente te aviso_Walter era el ayudante pollero y se quedaba hasta las 3am

_Hmm ya pues, pero me avisas.

_ya mami, vaya, vaya, vaya.

Dicho esto se fue a descansar, aunque no por mucho tiempo ya les diré el porqué.

Todo iba bien hasta que llegó un grupo de tres clientes borrachos: Daniel un policía dado de baja por mala conducta, Gracia una mujer dedicada al trabajo más antiguo del mundo y Lucas un homosexual de comportamiento altamero. Eran clientes que siempre venían, pero a quienes más conocía era a Daniel y Lucas por ser vecinos. De antemano sabía que Lucas tenía por costumbre comer e irse sin pagar y Daniel siempre pedía fiado y nunca pagaba, en cuanto a Gracia no la conocía bien, sabía a que e dedicaba, pero sólo eso.

_¿hay caldo?_Me preguntaron o mejor dicho me gritaron

como os conocía, sabía que contestarles

_No hay, ya se acabó

El policía y la mujer no contentos con mi respuesta entraron sin mi permiso a la cocina y destaparon las ollas.

_Y esto qué es ahhh...así que no nos quieres vender_¡¿por qué?!_arremetió Gracia

_eso ya está vendido

Daniel en tono sarcástico dijo_jajaja lo que pasa es que debo a tu mamá

_sí_le conteste

En eso vino Lucas y prepotentemente quería obligarme a servirle, chancaba as paredes de triplay y las mesas. Comencé a sentir cólera por él, más cuando ingresó a la cocina y botó los dos tazones llenos de rocoto molido y de cebolla picada. Sabía que tenía las de perder si los enfrentaba a base de golpes y desconociendome a mi misma cogí el tazón de rocoto y con lo poco que tenía allí lo arrojé por los ojos fallidamente:

_Mi polo carajo lo ensuciaste ctm&%$

_larguense de acá_ les grité con furia, sin embargo sentí como una corriente de electricidad recorría mi cuerpo, producto de los nervios.

Menos mal que Wálter vino a socorrerme y logro persuadir a Daniel, sin embargo no tuvo éxito con Gracia y Lucas, estos se revelaron y comenzaron a patear y botar los objetos de las mesas ocasionando con ello un fuerte ruido que terminó por despertar a mi madre.

_¡qué pasa!

_tía, su hija no quiso atendernos y nos echo ají.

_Ay, como si no los conociera...Dios han roto todo, ya les voy a pedir que se retiren, mañana cuando estén sanos hablamos.

Ellos se encapricharon y no querían salir, entonces mamá, Wálter y Daniel a base de empujones lograron sacarlos a la calle. Wálter apresuradamente intento cerrar la puerta corrediza, pero el sinvergüenza de Lucas se lo impedía; si tan solo se hubiera logrado cerrar ese portón nos hubiéramos librado de ellos.

En tanto yo estaba algo picona osea enojada por los daños materiales que ocasionó ese abusivo de Lucas, así que cogí un ajicero lleno de rocoto y esperé el momento oportuno para echarlo a sus ojos, no obstante algo dentro de mí me impedía hacerlo; de todas maneras tenía el ajicero escondido escondido entre mis manos, en caso que se vuelva a portar malcriado.

Lucas seguía haciendo escándalo y con ello me motivaba a cumplir mi cometido. Faltaba muy poco para terminar de cerrar la puerta, de pronto vi a Gracia como se disponía a atacar a mi madre y antes que eso ocurra le lancé el rocoto molido por susu ojos, ocasionándole un gran dolor.

_Ayyy mis ojos, llama un taxi, llama un taxi_Gracia se mostraba totalmente desesperada y gritaba desgarradoramente, tomó un taxi apresuradamente y se fue al hospital.

Aquella reacción mía no fue pensada simplemente un instinto de defensa, instinto que cada uno tiene y que sólo sale cuando nos enfrentamos a un verdadero peligro. Pasado el mal momento me sentí fatal porque se trataba de un ser humano y por mi culpa estaba sufriendo sólo me consolaba el hecho de que no permití que tocaran a mi viejita. Pasaron los días y me enteré que ella esperaría en la puerta de mi colegio para lastimarme, pero afortunadamente eso nunca pasó.

NO FUI CULPABLE...

Hace seis años experimenté uno de los momentos más terribles de mi vida, tanto me afectaría que desde esa fecha ya no he vuelto a ser la misma...

Mamá y yo habíamos dejado Trujillo y nos instalamos en Retamas, donde empezamos hacer lo mismo vender comida en la noche.

Nos encontrábamos en el mes de Diciembre y faltaban escasos once días para Navidad, por esas fechas la gente retameña suele tener mucho dinero gracias a los aguinaldos pagados por la empresa, esto me ponía muy contenta, pues eran días con bastante movimiento de gente y por ende de venta.

Era una noche tranquila empezamos a vender a las 9pm con total normalidad, las mesas se ocupaban rápidamnete y la gente esperaba bastante tiempo para ser atendidos. Para soluccionar en algo la falta de mesas compramos dos, pero desarmables y la colocabamos en las veredas del frente aprovechando que no había ningún vehículo transitando por alli a esa hora.

Mi madre permanecía dentro del local y yo fuera, esto para poder atender a los clientes que se sentaban en dichas mesas.

Estaba atendiendo en eso veo una pelea de dos jovenes uno mayor que el otro y justamente era el mayor quién estaba masacrando al adolecente de aproximadamente 14 años, me preocupé por el menor y volteé a ver si alguno de mis clientes se levantaba a defenderlo, sin embargo me sorprendió verlos comiendo tranquilos como si no pasara nada es decir estaban lastimando tremendamente a aquel muchacho y nadie se inmutaba.

Me angustié mucho, no sabía que hacer, me desentední totalmente de los clientes y sólo observaba la pelea sin poder hacer nada.

El pobre muchacho se desmayó y cayó en un puesto de verduras el abusivo de 22 años no contento con eso lo comenzó a cachetear, cogió una piedra y lo vi dispuesto a golpearlo a la altura de la sien. En ese momento no sé que me pasó, grité

_¡nooooooooooo!, dejalo, amigo cálmate no le hagas daño

_¿Por qué te metes?, no es tú problema o acaso lo conoces, seguramente lo defiendes porque es tu marido

_No es mi marido, me meto porque te veo alterado y estás a punto de golpearlo con esa piedra, lo puedes matar.

_mira ctm si no te largas a quién voy a tirar la piedra es a ti.

En eso escuche la voz de mi madre

_Kresli ven ¿qué haces ahí?no te metas hijas.¡Kresliiiiiii!

Hice caso omiso al llamado de mi madre, simplemente ya me había involucrado en el problema y no podía dejarlo.

_así atrevete, vamos tírame esa piedra y vas a ver que no estoy manca.

No lo puedo creer lo recuerdo y no lo creo, estaba dispuesta a pelear como buena.Él me lanzó la piedra, pero no me alcanzó lo único que logró era enfurecerme, di un grito de valor y me lance a atacarlo, trate de patearlo tantas veces pero ni una lo alcanzó. Entonces él me apuñeteó a la altura de la quijada seguro que quería desmayarme, pero el impacto del golpe cayo en mi clavícula, en ese momento no sentí dolor, no sentí miedo, no sentía nada, estaba ofuscada por la cólera.

Mi madre salió, pero se quedo atónita no sabía qué hacer sólo se atinó a decirle

_Que tienes oye, llamen a la policía

_mamita no te metas dejame.

El joven agresivo se disponía a darme otro golpe en eso recibió un palazo del guardián(un señor mayor)quién nos conocía y se acerco a ayudarnos, sin embargo el muy cobarde le respondío con un puñete y lo noqueó

Entre los clientes había un chofer apodado "el gringo" y le armó la bronca.

_con qué muy machito no? a ver conmigo enfréntate

Se dierón duro y por increible que parezca el noble joven perdió y sólo atinó a huir para pedir ayuda, luego entraría en mi ayuda Javier, un señor de 43 años. Lo malo es que el señor estaba algo mareado y que más que se quería Marlon así se llamaba el cobarde, que a base de piedras se defendía y para mala suerte una de las piedras lanzadas le cae en toda la ceja al señor javier. Aquel cuadro me dolió muchisimo y sentí una profunda culpa ya que todo eso estaba pasando sucediendo por meterme a defender a un adolecente.

Que tal manera de batallar de Marlon era todo un gallito de pelea había ganado a 3 personas y todo parecía perdido hasta que apareció Leoncio hijo del guardián quién se entero por medio de "el Loco" que su padre fue golpeado, llegó al lugar de los hechos y sin darle tiempo a reaccionar lo noqueó, luego vendría la policía hicieron las preguntas del caso y arrestaron al muy cretino.

Terminada la pelea volteé a ver al adolecente y él ya no estaba había aprovechado la gresca para huir.

Como dije al inicio esta historia me marcó. Ahora antes de meterme en problemas lo medito bien. Sin embargo no me arrepiento de haber intervenido en esa pelea, no podía permitir que un ser humano muriera ante mis ojos sin que yo hiciera algo. Todos los que estuvieron presentes me juzgaron y me señalaron como culpable, pero yo no me siento así de lo único que lamenteo es del piedrazo que recibió el señor Javier, le arruiné la Navidad tuvo que permanecer en cama por 15 días eso sí yo cumpli con comprar su medicina y atenderlo mientras durará la infección.